martes, 24 de marzo de 2009

LA MESA

Entoes, ¡coño!, ¡puñeta!, buaaa, ¡me cago enn!, adióóós, t'estimo, ¿nos vamos?, happy birthday to you happy birthday to you, ¡olé mi Patri!, a one and then an two, luses, incrisis... y la Mesa.

Quizá (aunque seguro) muchos de los que estéis leyendo estas líneas no entendáis nada, pero de eso se trata. De que a veces en la vida no se pretende que te entiendan. Tan solo se pretende sentirse bien, sentirse uno mismo y, casualmente (reitero mi creencia firme en las casualidades de esta vida), exista otra persona tan afín a ti que consiga entender todo y no sólo eso, contribuir a una serie de ocasiones que ayudan a hacer un poquito surreal esta triste, aburrida y amargada (no siempre pero con bastante frecuencia) vida.

Es bonito con tan solo entrar al bar, divisar con una mirada (con dificultades por su poca visión) la mesa del fondo. No es una mesa, sino tres. No es una mesa, sino que es La Mesa. El sitio que recoge las más inesperadas conversaciones. Las más imprevisibles situaciones. Las más amargantes desesperaciones frente a unos exámenes poco preparados (a veces nulos). Lo importante de este lugar es que es único y tiene unas dueñas. Unas dueñas que durante horas se convierten en las emperatrices del reino del bar. Ese reino donde conviven personas nerviosas, apáticas ante el estrés de los exámenes y que a veces, sienten una especie de envidia al divisar La Mesa.

Sonreír, llorar de frustración o de alegría, bostezar, un beso en la frente, un abrazo cómplice, unos cigarros, tu compañía, un repaso previo, dos cafés sin espuma, unos tacones, unas bambas, un moño, cabello suelto, un estuche Tous, un pilot, un brillo de labios, un mentolín...

En el fondo somos tan iguales como diferentes. Somos tan cómplices como opuestas. Somos tan aplicadas como despreocupadas. Pero así somos. Así somos las de La Mesa.

¿Me das un abrazo?*

1 comentario:

María Gómez dijo...

Y todos los que quieras =)
Es que aquella mesa, y aquel rincón, han dado para mucho

buaaa*