jueves, 12 de junio de 2008

INFERIOR

Son esas miradas inexistentes las que me provocan una ansiedad continua. Quizá sea el silencio que acompaña la situación. O tal vez, la inexistencia de esa persona que tendría que estar donde le debe. Yo la siento, pero él no. Yo la palpito, pero él sigue sin hacerlo. Yo insisto, pero no hay repuesta. Hay veces que la correspondencia va sin nombre. Sin apellidos. Y ni siquiera un rostro que reconocer.

Sé que en alguna parte estás porque empiezo a sentirte. Si cierro los ojos te veo, te llego a oler... Son las notas de una melodía las que me hacen rozarte con mis sentidos. Parte de ellos están emocionados y el resto grita tu nombre en forma de pasión. Es interesante como el ser humano puede llegar a sentir "sin sentir". Como plantearse continuos supuestos sobre su propia vida.

Me haces ponerme en duda a mí misma, sé que no estoy a tu altura. Sé que no eres lo que buscas. Sé que no captas mis miradas, mis palabras, mis silencios... Sé mucho más de lo que piensas y llegas a imaginarte. Pero tal vez sea este extenso saber mío lo que me hace seguir queriendo saber más y más y más y más.....

Espero algún día cambiar el presente y sobre todo... estar a la altura suficiente.

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