Son esas notas las que mueven mis pensamientos. Las que mueven mis emociones. Las que mueven mi corazón. Las que me hacen ser yo. El yo al que ahora me he convertido. Mi propio yo. Mi yo más autónomo. Mi yo más efímero... Son esas notas las que han hecho esta parte de mi. Las que me están dando alivio donde no lo encontraba. Son esas notas las que me susurran al oído palabras que no quiero escuchar de nadie más. Solo estoy dispuesta a escucharlas a ellas. A esas notas que me anuncian donde estoy. Que me anuncian lo que en un tiempo atrás tuve. Que me anuncian lo que ya no tengo. Que me auguran un futuro incierto. Que me indican un camino que no quiero seguir. Que me ayudan a confundirme..........no...............a desorientarme.
Malditas notas que me susurráis cada día cosas que no quiero seguir escuchando. Malditas notas por traerme a la memoria recuerdos olvidados (o eso creía yo). Malditas notas que no os dais cuenta cuando no quiero seguir a vuestro lado. Malditas notas por ser como sois en ese momento más íntimo, entre mi corazón y yo... ¿Por qué siempre estáis hay? ¿Por qué?
No es una nota la que hace la música. No es una nota la que hace una canción. No es una nota la que ha roto mi corazón... Son muchas. Son muchas las que siguen anunciándome mi destino. Son muchas las que no sigo escuchando. Son muchas a las que esquivo. Son muchas notas a las que les he prohibido la entrada a mis oídos, a mis emociones... Son muchas las notas a las que no quiero volver a ver, a escuchar, a notar, a sentir... Son muchas las notas que atraen mis más sentidos y sinceras lágrimas...
Quiero ser una nota. Una nota para poder cantar sin miedo. Para poder expresar sin miedo lo que siento. Lo que opino. Lo que veo. Lo que siento y no puedo decir. Quiero ser esa nota que está ahí sin hablar pero dice todo. Que te mira sin verte. Que te escucha sin oirte...
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