martes, 30 de octubre de 2007

MALDITO 11-M

Mañana es 31 de octubre de 2007. Mañana el juez dictará sentencia a los condenados en el caso del 11M. Mañana será un día de melancolía, de recuerdos, de imágenes, de momentos... Será un largo y triste día.

El año que viene se cumplirán 4 años del mayor atentado europeo. Se cumplirán 4 años de sufrimiento, impotencia, desesperación, dolor, tristeza... por parte de todos aquellos afectados (directamente o indirectamente) por el atentado terrorista que manchó de sangre Madrid... Un día que todos recordamos, que todos llevamos dentro. Afortunadamente, no conozco a nadie personalmente de las víctimas. Pero puedo "comprender" el dolor de sus víctimas. Ese dolor de una madre que pierde a su hijo cuando se disponía a ir a al universidad. Todos en su entonces, pudimos percibir esa olor a sufrimiento. Pudimos ver escenas de realmente horror. Vivimos la injusticia en primera persona. Y eso siempre duele.

Es duro poder emprender una vida cuando se pierde otra. Es duro ver como la vida pasa cuando te quitan a un ser querido, a un familiar, a un amigo...Es duro e intolerante. Es injusto y condenable todo tipo de atentados. Es incoherente la violencia, no lleva a buen puerto. Es incoherente ver a personas que se emulan por matar, personas que ven en las muertas el precio de la vida...mejor dicho de sus vidas.

No hay suficientes calificativos para expresar el dolor y sufrimiento de todos aquellos familiares y amigos de las víctimas del 11M. En estos días de juicios, de sentencias, de imágenes de presuntos culpables... lo deben estar pasando más que mal... Me imagino que están submergidos en un infierno sin salida, sin retorno. Un infierno que no eligieron en su día. Que alguien les eligió a ellos...o ni tan solo eso... Muchas víctimas han asistido a los juicios, han podido escuchar a esos presuntos culpables...

Esta noche, me ha conmovido las palabras de una madre que perdió a su hijo de entonces 18 años... Una mujer que explica a los reporteros lo duro que es ver que llega el cumpleaños de su hijo, y no poder besarle. Lo duro que es ver por la calle a jóvenes de la edad de su hijo (de la edad que tendría que tener su hijo). Lo duro que es abrir su habitación y ver que no está. Lo duro que es salir de esa habitación y al cerrar la puerta saber que nunca más volverá..lo duro que es todo sin él... Lo duro que es asistir a una de las sesiones de los juicios y escuchar el relato de todos aquellos voluntarios, policía,bomberos y demás, que recuerdan los momentos en los que rescataban cadáveres. En los momentos en los que recogían todos aquellos objetos personales de aquellos cadáveres.. Objetos que posteriormente han sido devueltos a los familiares. Una madre escuchando esos relatos, se imagina a su hijo sin vida. Se imagina el cadáver de su propio hijo de 18 años, que el único mal que hacía era ir a la universidad como cada mañana a las 8 de la mañana. Una madre que se imagina como un bombero le quitaba la cadena y pendientes de su hijo, para luego meterlos en una bolsa y devolvérselos a ella. Una madre como tantas muchas (por desgracia, repito...) que están sufriendo un atentado inolvidable...

Sobran las palabras ante los hechos...

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